TARTAR DE ATÚN

Bueno, pues aquí de nuevo para proponeros un entrante riquísimo: el tartar de atún. Tenía ganas de hacerlo y, como casi siempre que quiero investigar sobre una nueva receta, me he empapado de la infinidad de propuestas que de este plato hay en internet. He visto y he leído muchísimas recetas, y de todas he sacado algo positivo, alguna idea, algún ingrediente, aunque las que más me han gustado, son las que marinan el atún poco tiempo y prescinden del limón o lima. Este ingrediente, ya sabéis que añadido al pescado, se encarga de "cocinarlo en su ácido". Y os digo, por qué. Creo que mi idea inicial no era hacer un ceviche (este plato ya lo he hecho hace poco y su receta está en este blog), sino un tartar. Además, yo pretendía mantener la textura y, en parte el maravilloso color rojizo del atún, que, como podréis suponer, se le va al contacto con el ácido del limón o de la lima. En resumidas cuentas (que me enrollo como las persianas) las recetas que más me han gustado de tartar de atún son aquellas que no tienen ácido y marinan el atún con washabi y salsa de soja, principalmente, es decir, las recetas de corte oriental (que me digan si los japoneses no entienden de pescado crudo).  Éste fue el resultado... A mí me volvió loco este sabor y esta textura. Quizá, para la próxima vez, debo cogerle mejor el punto de picante... pero por lo demás...¡una auténtica pasada!. Mirad qué pinta. El color del atún está un poco atenuado, pero estaría aún más si lo hubiese marinado con limón o lima ¿no os parece?

INGREDIENTES
- 200 g de atún rojo. Que el pescadero os lo dé de la mejor parte. Intentad que nos os corte "partes negras".
- Pasta washabi.
- Salsa de soja.
- Aceite de sésamo.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Una pizca de jengibre fresco (no os paséis con este ingrediente). Muy poquito. (Incluso podéis prescindir de él)
- Un poco de cebollino.
- Unas semillas de amapola o sésamo negro (opcional).

PROCEDIMIENTO
1. Lo primero que debéis hacer al comprar el trozo de atún es congelarlo. Sí, ya sé que los puristas me dirían que se pierden sabores, pero, qué queréis que os diga, más vale perder sabor que no la salud, ya me entendéis. Lo tenéis 24 horas. Yo lo envasé al vacío, con lo cual lo protejo aún más de la congelación. Si no tenéis envasadora de vacío, lo congeláis igualmente en una bolsa de congelar. A las 24 lo sacáis y lo descongeláis lentamente.
2. Troceamos el atún en daditos pequeños.
3. Preparamos la marinada con:
- Una cucharada de aceite de oliva.
- Otra de aceite de sésamo (lo compré en el corte Inglés)
- Un poco de washabi. El washabi es un ingrediente típico de la cocina oriental. Es una especie de crema salada y picante. Se vende en tubo, como si fuese pasta de dientes. Bueno pues le ponéis una porción pequeña. Es mejor primero poco, ir probando y si nos apetece poner más.
- Dos cucharadas de salsa de soja.
4. Removemos con un tenedor integrando bien todos los ingredientes. No le ponemos sal, de momento, ya que la salsa de soja ya aporta al atún el sabor salado. De todas formas, después podemos poner el punto de sal si os apetece. Yo no le puse sal y quedó perfecto.
5. Ponemos en la marinada los trozos de atún. Algunas recetas hablan de 30 minutos... yo le tuve 10 minutos nada más. Creo que si lo marinamos demasiado perdemos sabor del atún que tiene que permanecer.
6. Emplatamos:
- En un aro de emplatar ponemos escurrido el atún.
- Aplastamos un poco para que coja forma.
- Quitamos el aro.
- Picamos cebollino y le ponemos por encima.
- También le ponemos por encima las semillas de amapola (las tenía y las puse, y quedó perfecto). También podéis poner sésamo negro.
- Si queréis podéis poner alguna cucharadita de líquido de la marinada.

ESPERO QUE OS GUSTE!!